¿Crees que eres solo materia? ¿Crees que eres solo un cuerpo y que tus pensamientos y emociones no influyen en la realidad? ¿Puedes adueñarte de tu salud física y psíquica? 

El día que reconocemos que cada uno de nosotros es más que un cuerpo que se debe estudiar solo en su plano físico y material, cuando comprendemos que el contexto que nos rodea y lo que produce nuestra mente también determina muchas cosas, nos damos cuenta de la importancia de reconocer nuestro ser desde la integralidad.  

Partiendo de esto, es importante hablar de esas creencias de fe que terminan siendo explicadas científicamente.  

El biocampo es la denominación científica a esa “nube” a nuestro alrededor que desde tradiciones antiguas ha sido nombrado como aura. Es un concepto que surgió en 1992 y parte desde el supuesto de un patrón o anatomía energética que influye en la salud.  

 Los humanos tienen un campo electromagnético que se extiende más allá del cuerpo, y determina las fronteras áuricas/energéticas, las cuales son mayores que la frontera física.  

Muchas veces desde la medicina clásica se trabaja solamente con cuestiones netamente de dolencias físicas, sin ir más allá.  

En este campo energético que está más allá de la piel hay información que interactúa con nosotros, se deposita y se comparte. Esa información debe ser estudiada a través de terapias de biocampo como el Reiki y así se equilibraría el campo energético que rodea el cuerpo y eliminaría las sustancias tóxicas. 

Como toda la ciencia, el concepto de biocampo es algo que sigue siendo estudiado y está en constante desarrollo. Se ha venido actualizando de manera que al día de hoy tiene una conexión con el estudio de la interrelación de los componentes del cuerpo y los procesos de transferencia de información, los cuales determinan el bienestar.